El Diccionario
de términos clave de ELE define el portafolio como “carpeta o dossier
empleado por profesionales de sectores diversos (arquitectos, artistas,
diseñadores, etc.) como un modo de presentar a los demás muestras de lo mejor
de su trabajo, para ofrecer así una idea más precisa de las habilidades y
competencias profesionales de su titular” (Martín Peris, 2008). En contextos
educativos podemos considerar el portafolio como un “instrumento que organiza
el aprendizaje de los estudiantes, al mismo tiempo que promueve el aprendizaje
autónomo y reflexivo” (Chacón y Chacón-Corzo, 2001:34).
En el campo de aprendizaje de lenguas extranjeras es
importante mencionar el Portafolio Europeo de las Lenguas (PEL) (Consejo de
Europa, 2006). El PEL es un instrumento encaminado a desarrollar la conciencia
del aprendizaje.
Chacón y Chacón-Corzo (2001:35) resumen así las
principales ventajas del uso del portafolio:
“El
portafolio posee una doble función: por una parte, contribuye con la
autoevaluación, la construcción de conocimiento, el desarrollo de estrategias y
habilidades para la resolución de problemas y de los procesos metacognitivos, y
por otra, evidencia los progresos alcanzados durante el aprendizaje.”
Los autores del artículo presentan una propuesta para
el uso del portfolio en el aula de ELE. Los objetivos que buscan son invitar al
estudiante a ponerse en contacto directo con hablantes nativos de la lengua que
estudian, explorar la cultura hispana de manera autónoma y lograr establecer
una continuidad en el trabajo realizado por los alumnos a través de la
realización de un portafolio. Para ello los autores realizan distintas
aplicaciones prácticas del portafolio en los distintos niveles de ELE en
University of Roehampton y con distintos formatos: escrito, en audio y
electrónico.
La valoración de la experiencia fue enriquecedora y
muy positiva.
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